domingo, 13 de septiembre de 2015

RUPTURA DE PAREJA... ¿Y AHORA QUÉ?

Cuando una pareja termina, se acaba la relación, desaparece el amor, existe un cúmulo de cadenas rotas. No solamente rompes con la pareja, sino rompes con una rutina, un hábito, incluso unos amigos y unas actividades.
Cuando una pareja rompe, y el grado de implicación es alto, me refiero viviendo juntos, años de estabilidad, etc. Aparecen una serie de cambios, un vacío que la persona debe llenar. Empieza a crear una nueva vida sin esa persona.


No es que sea ni  mejor ni peor, es cualitativamente diferente.

¿Qué podemos hacer para llevarlo mejor?
  • Cambio de pensamientos: Si eres el que lo ha dejado, seguramente aparecerán dudas. Recuerda porque diste ese paso. Lo que echas de menos ahora es la rutina de tener alguien ahí. Da miedo el cambio. Si eres la otra parte, aparecerán pensamientos catastróficos como la necesidad de estar con esa persona. No confundas el deseo con necesidad, ya que la segunda no es cierta, es una idea errónea que te puede hacer mucho daño. Recuerda otras situaciones que creías que se acababa el mundo y luego no había sido para tanto. Mira a tu alrededor y verás que las personas se recomponen después de una ruptura. Incluso tú mismo en otra relación anterior
  • No hagas lo mismo: Intenta hacer actividades diferentes, sino aparece aversión. Por ejemplo, si siempre ibas al cine con tu pareja, no vayas al cine solo, sobre todo al principio, ya que una actividad que te gustaba tanto puede volverse aversiva
  • En contra de la inercia de quedarse en casa: Tu cuerpo te pide no salir, que nadie te diga nada, estar en el sofá quietecita. Vamos a obligarnos a hacer todo lo contrario. Cambiemos el “no me apetece” por el “tengo que hacerlo”. Piensa en situaciones que no te apetecía hacer, te has obligado un poco y luego agradeces haberlo hecho porque te lo has pasado bien
  • Mímate y haz deporte: Vámonos de compras, haz deporte, ten un capricho. Esto te hace sentir bien
  • Busca relaciones sociales: Sería interesante que te apuntaras a hacer algo nuevo para ver caras nuevas: clases de cocina o idiomas, gimnasio, voluntariado...
  • No hables sobre el tema: Está bien que te desahogues pero hasta cierto punto. Lo que te va bien es distraerte, no darle vueltas a algo que no tiene solución ya que te hace sentir peor
  • Haz un viaje: Estás en un punto de reflexión, necesitas estar contigo mismo, investigar sobre ti mismo, sobre qué quieres hacer con tu vida. Un viaje solo es especial y lo recomiendan muchos expertos


Esto son algunas pautas para ayudarte a pasar este momento de cambio en tu vida. Es un cambio y como tal debes moverte. ¡Ánimo!

domingo, 9 de agosto de 2015

¿CÓMO SABER SI MI HIJO TIENE PROBLEMAS CON EL CÁNNABIS?

Cuando llega la adolescencia los padres sienten miedo a que sus hijos puedan consumir cánnabis o cualquier tipo de droga. Es normal que estén atentos a cualquier tipo de conducta que hagan. Así como ver con lupa las actividades que realizan con los amigos. 

Recuerda que no podemos ser policías y debemos respetar su espacio e intimidad, si quieres que confíen en ti.

Podemos saber que existen una serie de indicios que podrían indicarnos de una posible problemática referente al consumo del cánnabis (Hachís o marihuana). 

Pero hay que tener en cuenta que son síntomas que nos pueden alertar y que sean motivo de otra problemática que no sean las drogas, que tengan que ver con problemática típica en la adolescencia. Me refiero a problemas con iguales, por ejemplo.

Podríamos tener en cuenta lo siguiente:
  • Empieza a haber poca comunicación, están apáticos, sin ganas de hacer nada
  • Muestran de repente un descenso en su rendimiento académico, malas notas, mal comportamiento en clase
  • Aparecen cambios bruscos en la forma de ser. Se muestran menos afectivos, hay agresividad en sus respuestas
  • No prestan atención a las conversaciones
  • Les resulta difícil seguir las explicaciones del profesor y les cuesta concentrarse a la hora de estudiar
  • Abandonan sus hobbies

Si notas que tus hijos empiezan a realizar este tipo de comportamiento y observas este tipo de características, debemos actuar con prudencia y delicadez. Si vamos con tono imperante conseguirás el efecto contrario. Hay que evitar el catastrofismo y adoptar una actitud autoritaria.

La idea es que creemos un ambiente agradable, que denote que puede haber comunicación sin juicio, que los padres están ahí para apoyar y ayudar.

Mostrarnos interesados en sus problemas, no menospreciarlos sino usar la empatía (ponernos en su lugar).

Trabajar la comunicación en un seno de confianza en importante.


Si lo crees oportuno pide ayuda a un profesional que te guíe a manejar esta situación.

domingo, 14 de junio de 2015

ADICCIÓN AL TRABAJO



Para un momento y analiza la situación: si pasas más horas en el trabajo de las debidas, te sientes mal sino estás en él o invirtiendo horas, no tienes ningún tipo de hobbies y cuando no estás realizando ninguna tarea referente a él te sientes mal,… Puede que tengas una adicción al trabajo.

Podríamos definir un adicto al trabajo como aquella persona que el trabajo es el eje de su vida y deja prácticamente fuera su vida personal, familiar y social. Toda su vida gira en torno al trabajo y se crea una necesidad irracional de permanecer en él.

Son personas que trabajan de forma compulsiva e irrefrenable, priorizan la aprobación social y la obtención del éxito. Produce ansiedad e irritabilidad cuando no están haciendo algo relacionado con el trabajo.
Como cualquier adicción, tiene su funcionalidad (véase el post: “La funcionalidad de las drogas”). Cuando uno es adicto al trabajo puede que sea una huida en otros ámbitos. Evitación de afrontar problemas, situaciones que requieren toma de decisiones y responsabilidades. Son personas que tienen un déficit de habilidades de afrontamiento y se refugian en el trabajo.

A nivel fisiológico produce un alto grado de estrés y cansancio crónico, trastornos sexuales, insomnio y trastornos psicosomáticos.

A nivel emocional y cognitivo aparece ansiedad y depresión. Irritabilidad permanente. Sensación de vacío existencial. Aparece una necesidad de cada vez más tener contacto y estar trabajando. Cada vez emplea más tiempo. Aparece un creciente desinterés por otros ámbitos de su vida. Hay una total identidad como persona en el trabajo, con el riesgo de si lo pierde, la sensación es que pierde sentido su vida.

Uno de los problemas que aparecen en estas personas es afrontar la situación de cómo “llenar” el tiempo que no están trabajando. Es la sensación de que se sienten incapaces de hacer otra cosa que no sea trabajar.

A nivel comportamental, puede ir asociado a otras conductas adictivas como el alcohol o la cocaína, con el fin de poder manejar mejor el nivel de exigencia y velocidad que llegan. Aparece una reducción  drástica de relaciones sociales y es frecuente motivo de divorcio o que no lleguen a tener una pareja estable.

Según B. Killinguer, una psicóloga experta en el tema, refiere que hay tres tipos de adictos al trabajo:
  • Controlador: es el que le da miedo la pérdida del control y por ello su prioridad es controlar absolutamente todo
  • Narcisista controlador: son personas con rasgo de personalidad narcisista, se creen superiores a los demás, y muy egocéntricos. Puede llegar a padecer sensación de despersonalización
  • Complaciente: lo más importante para el adicto es la aprobación de los demás en el trabajo. Es el menos ambicioso y peligroso hacia su integridad
Los más vulnerables a padecer este tipo de adicción son los que trabajan en un ambiente competitivo, donde el que más consigue tiene premio y prestigio.

Por otro lado, a nivel psicológico, son personas con una autoexigencia elevada y un perfeccionismo extremo. Tiene una autoestima baja y lo compensan con este nivel de exigencia en el trabajo. Se sienten llenos de esta manera. Aparecen dificultades en las relaciones interpersonales y una inteligencia emocional nula.

En el tratamiento con estas personas el objetivo es que aprenda una vinculación adaptativa hacia el trabajo y que la balanza de sus valores sea reajustada. Que los otros ámbitos de su vida sean potenciados.

Si este es tu caso, o conoces de alguien que le esté sucediendo, ¡pide ayuda!

En nuestro centro Ian de Psique te podemos ayudar.

domingo, 31 de mayo de 2015

DEJAR DE FUMAR EN PRIMERA PERSONA



Por motivo del día de hoy, Día Mundial sin Tabaco, he creído conveniente hablar sobre esta adicción que, todavía hay muchas personas que continúan en ella.
Este post no voy a centrarlo en cómo nos beneficia ni en cómo nos perjudica, de forma objetiva, sino que, voy a hablar en primera persona de mi caso: de cómo me liberé de esta adicción llamada tabaco.

Hace algo más de cuatro años tomé una de las decisiones más importantes de mi vida: dejar de ser esclava de esta adicción. Porque realmente, si te fijas, es dueño de tu vida. Por ejemplo, yo me he vestido a propósito o he cogido el coche para ir a comprar, o anticiparme a cuántos cigarros me quedan antes de ir a casa. O incluso, desesperarte al pensar que si coges un avión vas a estar tantas horas sin poder fumar… Es increíble lo que llegamos a hacer.

Yo empecé a fumar a los 15 años, por una tontería, como todos, por presión social, por hacerme la mayor, por integrarme en un grupo…. Como la mayoría supongo. Y lo dejé con 28 años. Fumaba un paquete diario y si salía un viernes o un sábado, la suma duplicaba.

Miro todas las fotos de esos años y el 90% salgo con un cigarro en la mano. Y no es que no me guste, pero yo sé que no soy capaz de fumar dos cigarros al día, y por eso tomé la decisión de todo o nada.

Hoy en día, de vez en cuando, me aparece un pensamiento fugaz de darle una calada, pero automáticamente se me va de la cabeza, porque sé que seguramente volvería a caer.

Una de las cosas que he aprendido en mi profesión y en mi trabajo con personas que tienen problemas de consumo es que cuando hemos pasado la línea de abuso a la dependencia se nos dibuja un interruptor, que yo actualmente lo tengo en off, pero nunca se borra. Y esto es algo que debo tener muy presente.

En mi caso, un par de meses antes de mi último cigarro, empezó una etapa que en adicciones se llama Contemplativa: hay como dos voces dentro de ti. Una te dice que deberías dejar de fumar, que ya toca, y la otra te dice que continúes haciendo.
En aquella época, recuerdo que yo me quejaba de que llegaba justa a final de mes, y recuerdo entrar a comprar tabaco y había subido 30 céntimos de repente. Y pensé “¿Cómo puede ser que esté tan idiota de quejarme por el dinero y comprar esto todos los días?” (¿Habéis hecho cuentas?)

Sinceramente, mi último cigarro, no sabía que lo sería. Creo que por eso, por no tener esa presión de la última calada, me ayudó. En esa época me levantaba a las seis de la mañana. Me tomé un café en casa y EL CIGARRO. Y pensé: “En vez de comprar tabaco de bajo de casa me lo compro en la estación”. Entonces el cigarro del coche, conduciendo, me lo salté. Al llegar a la estación de tren para ir a Valencia, tampoco compré y pensé “Ahora cuando llegue a Valencia lo haré”. Y me salté el de la estación. Cuando bajé, pensé “ahora cuando llegue al trabajo me lo compraré”. Y el del camino tampoco me lo fumé… Y así sucesivamente todo el día.

Si te das cuenta, el 80% de tus cigarros son hábitos, van a asociados y enmarcados a una situación concreta. Eso hice todo el día.

Es cierto que por la noche me compré un paquete de tabaco. Pero pensé que si había aguantado todo el día, por qué no 24 horas. Y así hice hasta hoy. Por cierto, el paquete estuvo en mi bolso dos meses. Luego lo di.

Que sepáis, que me ayudó mucho que mi pareja no fumara y que en casa sólo fumara en la cocina. Por tanto, y un poco en la línea de los hábitos, me ayudó a no asociar sofá con fumar. Pero tienes que decidirlo tú, tiene que ser tu momento.

Al mes, lo que más noté de diferencia fue la piel, muchísimo más suave, y sobre todo, la capacidad pulmonar.

Pero lo más gratificante fue LIBERARME, ROMPER LAS ESPOSAS DEL TABACO.

¡Visualízate sin un cigarro entre tus dedos y piensa que si te lo propones puedes hacerlo!

domingo, 3 de mayo de 2015

LA FUNCIONALIDAD DE LAS DROGAS




Todos los profesionales del ámbito de las adicciones tenemos claro que el mantenimiento de las mismas se basa en el refuerzo negativo. Es decir, llega un punto que el sujeto consume o realiza la acción con el objetivo de aliviar su malestar, para manejar ese síndrome de abstinencia que no soporta y por ello se le crea esa necesidad imperial de volver a consumir o hacer (a estas últimas me refiero a las adicciones comportamentales como es la ludopatía o la adicción a las compras entre otras).

Tenemos claro que cuando han cruzado esa línea imaginaria del abuso a la dependencia se encadena una serie de mecanismos que hace que se instale la adicción. Ya no es sólo el momento del consumo sino todo lo que rodea a ello. Aparecen cambios, referidos a las preferencias en sus vidas, hasta tal punto que está por encima de todo y de todos, incluso de ellos mismos.

Por mi experiencia me he dado cuenta que uno de los puntos más importantes para ayudar a una persona con problemas de dependencia es ver la funcionalidad de la misma. Es decir, ¿para qué hacen servir la adicción?

Estas personas han aprendido un automatismo. Esto se traduce a que cuando aparece ese pensamiento, esa emoción, esa conducta o esa situación, automáticamente consumen. Lo han aprendido y lo han interiorizado hasta tal punto que es aparentemente inconsciente.

Algunos ejemplos:

Joven con una adicción a la compra: cuando adquiría el producto, que en su caso era ropa y complementos, aparece el pensamiento “Ya lo tengo”. Indagando en su vida, no había conseguido ningún objetivo, actualmente no lo tenía tampoco y por tanto “necesitaba algo” que le diera esa satisfacción de conseguir una meta.

Hombre con problemas de alcohol: sólo consumía de 9 a 14, cuando no había nadie en casa. Hace cuatro años cerró la empresa. Ahora no hacía nada en su tiempo libre, sólo pasarse horas delante del ordenador. Pero cuando era fin de semana o por la tarde que estaba con su familia ni una gota de alcohol. Le servía para combatir el aburrimiento.

Joven con problemas de alcohol en fin de semana: le sirve para desinhibirse y poder ligar, sino se sentía incapaz.

Mujer divorciada adicta a la marihuana: Durante la vida ha tenido varios hechos traumáticos como un divorcio o la pérdida de un ser querido. No soporta la soledad y fumar le ayuda a manejar ese sufrimiento.

Joven empresario consumir de cocaína: muchísimo estrés. La cocaína le ayudaba a seguir el ritmo.

Estos son algunos ejemplos, pero seguro que cada una de las personas que tienen problemas de consumo le dan una funcionalidad. Otros podrían ser manejo del enfado, de la euforia, buscar relajación, evadir problemas, etc.

Cuando trabajo este aspecto con ellos les hago ver que no todo el mundo que pasa por un divorcio o el trabajo le genera estrés se va directo al consumo, sino que las personas aprendemos estrategias de afrontamientos a diversas situaciones.

Por tanto, creo que si conseguimos localizar la funcionalidad del consumo podremos buscar una alternativa para poder aprender y adquirir un nuevo hábito.

¿Qué opináis?

domingo, 12 de abril de 2015

ADOLESCENCIA Y PAREJA



Últimamente estoy conociendo casos sobre adolescentes y sus relaciones de pareja y la verdad es que me preocupa, y a la vez me entristece. Estamos sumergidos en una sociedad que en vez de ir hacia delante, hacia la autonomía hacia la igualdad, hemos dado en algunos aspectos, un paso hacia atrás.

Las adolescentes de hoy en día, y lo digo en femenino porque es donde me llama la atención, están dispuestas a que les ejerzan un autocontrol sobre ellas brutal, algo que lo traducen en lo qué es el amor, y cómo debe ser una relación de pareja.

Parece que es normal que haya celos, porque si no, no se sienten queridas, o que les miren el móvil como si fueran policías rastreando un crimen. En cuanto al móvil, creo que el invento del “whats up” ha perjudicado muchísimo en las relaciones de pareja, no sólo en adolescencia. 

Incluso que dejen de salir con amigas y se centren en sus parejas, o empiecen a cambiar su forma de vestir.

En mi época éramos influenciadas con las princesas Disney, nos lo pintaban de tal manera que nosotras éramos las vulnerables y que tenía que venir un príncipe, guapo y apuesto a rescatarnos de las mazmorras. Y ahora ¿Dé qué están influenciadas las adolescentes de hoy en día? 

Parece que quieren ser mayores de repente, más independencia, toman decisiones solas, tienen relaciones sexuales más pronto, tienen móvil a edad que yo todavía jugaba con barbies, pero en cambio, ¿Qué sucede con las parejas? Es como que cuando tengo pareja, doy las llaves de mi vida a esa persona. 

¿Qué podemos hacer para que no suceda esto?

  • Autoestima alta: si una niña tiene la autoestima alta, no se dejará influenciar tan rápidamente y sabrá tomar decisiones sobre lo que le es bueno para ella y lo que no.
  • Fomentar una relación de interdependencia: las parejas deben hacer cosas juntos pero deben tener su espacio, y la pareja debe respetarlo.
  • Aprender a estar solo: uno de los motivos que suceden es que las chicas no quieren que se termine la relación por no sentirse solas, ya que normalmente, todas sus amigas tienen pareja. Además, les cuesta ver que tienen una vida por delante, donde van a conocer a muchísima gente, ya no solo parejas, sino que se moverá por situaciones distintas.
  • El problema de magnificar lo positivo y minimizar lo negativo: Deben aprender a darle importancia a aquello que le han hecho sentir mal por el comportamiento de la otra persona. Aprender a que en pareja debemos buscar un conjunto en que nos haga sentir bien, no sólo una parte.
  • Tener un buen modelado: Si las parejas que tienen alrededor, ya sea padres, hermanos, etc, son parejas donde emiten valores como igualdad, confianza, respeto, compromiso… y ven que esto funciona porque hay un equilibro entre ellos.

¡Intentemos encauzarles el camino entre todos!